Protocolos de peeling para mejorar textura, tono y luminosidad. Evaluación clínica previa y planes a medida.
Un procedimiento no quirúrgico que utiliza soluciones químicas en concentraciones medidas para renovar las capas superficiales o medias de la piel. Objetivo: uniformidad, luminosidad y textura más fina, respetando tu identidad.
Provoca una exfoliación controlada que estimula la renovación epidérmica y, según el protocolo, la síntesis de colágeno. Seleccionamos el tipo e intensidad según tu piel y objetivos.
Aplicamos lo que aporta en tu caso, con la intensidad adecuada para lograr cambios visibles manteniendo la naturalidad.
Selección de peeling según objetivo y fototipo.
Limpieza, protección de zonas sensibles, aplicación del agente químico y neutralización o retirada según protocolo.
Información clara y realista para que sepas qué esperar y cómo cuidar tu piel.
Siempre realizamos valoración médica previa y ajustamos el protocolo a tu piel y temporada.
Analizamos tu piel, hábitos y temporada. Diseñamos un plan de intensidad y sesiones compatible con tu rutina y eventos.
Suele recomendarse un plan de 3–4 sesiones espaciadas, ajustado a tus objetivos y temporada.
Depende del tipo e intensidad del peeling. Lo explicamos antes y te damos pautas para que sea llevadero.
Según tu caso y exposición solar. A veces preferimos protocolos suaves o posponer. La fotoprotección es imprescindible.
Lo definimos en valoración tras analizar tu piel, tipo de peeling y número de sesiones necesarias.
Cuéntanos tu objetivo (textura, manchas, poros, luminosidad) y te proponemos un plan de peeling a tu medida.